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Comunicadora Social Tolimense gana premio de la Fundación Repsol, España


Imagen suministrada por Vianny Castellanos (De izquierda a derecha: Vianny Castellanos, Gabriela Cevallos y Noelia Cruz)


Los colombianos siguen posicionado al país entre los mejores a nivel internacional en áreas como ciencia, tecnología e innovación, pero qué más orgullo que sea una mujer, y especialmente, tolimense.


Repsol es una multinacional española que suministra productos y servicios energéticos sostenibles, presente en más de 90 países. Es así, como desde su parte social, la Fundación Repsol, nace el Challenge Universitario, en el que participó Vianny Castellanos.


Fueron 1.700 estudiantes entre españoles, otras nacionalidades y una tolimense que, gracias a su dedicación, ingenio y trabajo en equipo, logró ganar en la final de este challenge.


Vianny Castellanos es comunicadora social de la Universidad del Tolima, y hace unos años decidió emprender un nuevo camino es España. Oriunda del municipio de Santa Isabel, tomó la decisión de viajar al país europeo para cursar el Máster en Comunicación e Industrias Creativas de la Universidad de Alicante, allí, a finales de 2023 se encontró con una oportunidad para trabajar en equipo y demostrar su ingenio.



“Al concurso llegué porque la Fundación Repsol lanzó la competencia en noviembre del año anterior, dirigido a todas las universidades de España. El único requisito era estar vinculada a una universidad española y conformar un equipo de la misma universidad, para asumir los desafíos que proponían en el Challenge Universitario, los cuales están enfocados a enfrentar la transición energética”, contó Vianny Castellanos.


El pasado 9 de marzo se llevó a cabo la Gran Final de su Challenge Universitario en la gala final celebrada en Madrid, donde los finalistas debían sustentar su trabajo ante un jurado de profesionales y expertos de Repsol, quienes, además, destacaron el nivel de las propuestas recibidas.


Imagen Fundación Repsol


Los cinco mejores proyectos de cada categoría fueron: Ciudades sostenibles y descarbonizadas, Movilidad sostenible y descarbonizada, Economía circular como palanca de la descarbonización, Industria sostenible descarbonizada y Transición energética y sociedad.


En la Gran Final participaron 93 estudiantes organizados en 25 equipos, procedentes de 29 universidades públicas y privadas de 12 Comunidades Autónomas, pero fueron cinco equipos que lograron convencer a los jurados, entre los cuales está el de la tolimense, conformado por Noelia Cruz Araya, comunicadora visual costarricense; Gabriela Cevallos Cabezas, comunicadora organizacional ecuatoriana y Vianny Castellanos, comunicadora social colombiana.


Jardineras urbanas alimentadas por miniplanta de tratamiento de residuos


EcoFuturo, grupo de Vianny Castellanos, ganó en la categoría de Ciudades sostenibles y descarbonizadas, con el proyecto “Jardineras urbanas alimentadas por miniplanta de tratamiento de residuos”, idea que inició con la fase de investigación.


“Una vez terminamos la fase de investigación, pasamos a la fase de ideación. ¡Aquí ninguna idea era descabellada! Queríamos explorar todas las categorías y pensamos, no solo desde la comunicación, sino como ciudadanas ¿Qué propuestas encontraríamos interesantes para contribuir a la transición energética y al cambio climático? Tuvimos muchísimas ideas, desde reciclar materiales de construcción para construir arrecifes, hasta crear un laboratorio itinerante de energías renovables”, explicó Castellanos.


Imagen suministrada por Vianny Castellanos


Fue un proceso de meses, en el cual surgieron un listado de 15 ideas, de las cuales EcoFuturo eligió tres. Es así como presentaron tres proyectos en diferentes categorías, buscando avanzar a la siguiente fase del Challenge.


“El día 29 de febrero nos anunciaron por e-mail que habíamos sido uno de los 5 equipos finalistas en la categoría de Ciudades sostenibles y descarbonizadas, con nuestro proyecto: jardineras urbanas alimentadas de una mini planta de tratamiento de residuos orgánicos. Con este proyecto buscamos depurar los lixiviados producidos por la descomposición de los residuos orgánicos, para obtener agua de riego para vegetación urbana. El proyecto está enfocado en el sector de la hoteleria, restaurantes y cafeterías, ya que son unos de los mayores emisores de este tipo de residuos”, contó Vianny.


Los días 8 y 9 de marzo, los participantes llevaron a cabo proceso de ideación, ya no del proyecto, sino del modelo de negocio, finalmente realizaron un pitch ante el jurado.

Entre los 5 proyectos finalistas se encontraban ideas como toldos fotovoltaicos, pintura que capturaba carbono, diseño de edificaciones y ahorro de energía en los semáforos mediante sensores, una competencia reñida en un mundo que pide a gritos innovación ambiental que ayude al plantea.


Imagen suministrada por Vianny Castellanos



“Realmente, lo que nos llevó a plantear la mini planta de tratamiento es el gran problema de la generación de residuos. Anualmente, 7.000 toneladas de subproductos vegetales terminan en los vertederos, generando gases de efecto invernadero, riesgos por contaminación de suelo por los lixiviados y, también, emisión de carbono debido a los camiones de transporte. Pensamos que la generación de residuos, aunque en España está muy organizada, requiere un enfoque diferente. Uno más integral que comprenda el aprovechamiento de todo el potencial energético, de humedad y de calidad de sustratos, para descarbonizar las ciudades. Además, este proyecto tiene algo interesante y es que tiene una mirada de cercanía: la idea es hacer la implantación de los modelos en parques y distritos hosteleros, para hacer la recuperación en la fuente de los residuos orgánicos ordinarios”, señaló la tolimense.



Las miniplantas son un diseño de mobiliario urbano que comprende un área de almacenamiento de los residuos orgánicos ordinarios, los filtros para la depuración de lixiviados, la jardinera para la siembra de árboles y un sistema interno de riego que permita la llegada desde la planta hasta la vegetación. Además, pensaron en la captura del biogás que también emite el residuo orgánico en el proceso de descomposición, para que la miniplanta sea autónoma y totalmente sostenible. Una mirada holística del problema, que busca mejorar la calidad del aire, mediante la captura de carbono, reducir la demanda de agua potable para riego urbano y mejorar la gestión de residuos orgánicos.


“En el proceso investigamos mucho sobre estudios existentes para definir la viabilidad técnica de la idea y, ya en el reto, lo planteamos como un modelo de negocio que causara un impacto positivo a la sociedad”, agregó la colombiana.


Imagen suministrada por Vianny Castellanos


Es así, como Vianny, Noelia y Gabriela, se alzaron con el primer premio, que consiste en 12.000€ y la posibilidad de vincularse a prácticas profesionales con la compañía Repsol, que es una de las 10 empresas más importantes de España.


Pero esto no se queda en el premio y la oportunidad ser parte de Repsol, las tres integrantes de EcoFuturo buscan escalar su proyecto para hacerlo realidad, impactando la sociedad de forma positiva.


“El paso a seguir, por ahora un poco aterrizar todo lo que ha sucedido, porque ha sido muy estimulante, pero ciertamente agotador. Hemos pensado en la posibilidad de presentar el proyecto a entidades españolas y europeas para obtener la financiación para adelantar la investigación y desarrollo necesarios para obtener el producto mínimo viable. Luego de eso, ¿Por qué no? Lanzar el producto al mercado. Pero es algo que apenas está en una fase de ideación y requiere más desarrollo e investigación para considerar su factibilidad”, mencionó Vianny Castellanos.


¿Qué se siente ser ganadora de este importante premio?


“Siendo honesta, el hecho de ser una mujer colombiana que se abre campo en un concurso que convocó a todas las universidades de España, es algo que sí me hace reflexionar como profesional y, sobre todo, como migrante. Creo que las personas que salimos del país a buscar crecimiento y oportunidades, también queremos representar positivamente a Colombia y, en la medida en que ejemplos como este puedan dar aliento a otras personas que quieren abrirse campo, me llena de mucha ilusión”, afirmó Vianny.


Pero a esta comunicadora social no solo la enorgullece ser colombiana, sino ese terruño de tierra fría que la vio crecer, que le dio familia, amigos y bellos momentos para recordar ahora que está lejos de su hogar, afirmando que siempre ha exaltado su origen, ser de Santa Isabel, Tolima, un pequeño pueblo en la cordillera. Provenir de una familia maravillosa que la ha apoyado y la ha incentivado siempre a crecer, estudiar y continuar soñando. Así que su motivación, es que su familia se sienta orgullosa de la mujer y profesional que es.


“Algo que me pareció curioso en la final de la competencia es que éramos el único grupo conformado por mujeres. Además, todas somos mujeres migrantes. No solo eso, éramos un grupo de comunicadoras compitiendo en un área de tecnología e ingeniería. Visto desde fuera, todos esos factores podrían pensarse como una barrera para ganar. Sin embargo, nosotras creímos en el proyecto y creímos en nuestras capacidades y entregamos todo en el proceso, convencidas de que todas esas diferencias no eran más que nuestras mayores fortalezas”, puntualizó Vianny.


Finalmente, esta hija de la cordillera en el departamento del Tolima, deja un mensaje todas las niñas, jóvenes, adultas, para que busquen sus sueños “crean en ustedes mismas y siempre se rodeen de personas que les animen a crecer. Así que mi mensaje a todas las mujeres es que no desconfíen de sí mismas”.

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